El propósito de la profecía

 EL PROPOSITO DE LA SEGURA PALABRA PROFÉTICA: BIBLIA

La Biblia, que es la segura palabra profética, no tiene el único propósito de darnos a conocer el porvenir. Su objeto principal es revelarnos la naturaleza de Dios y su buena voluntad para con el hombre. Para ello, sus profecías cumplen un doble fin: 

1) descorrer el velo del futuro para beneficio del hombre, 2) y mediante su cumplimiento, cimentar la confianza y la seguridad en las promesas divinas y en el amor de Dios, reiteradamente repetidos en sus paginas.

El mensaje de la Biblia es un mensaje de esperanza y redención, no por el poder humano, sino por la gracia, la virtud y la intervención de Dios. El hombre está sujeto al poder del mal y de la muerte, y nada puede redimirlo de su suerte sino sólo el amor de Dios, que envió a su propio Hijo para morir por la salvación de la raza humana.

Nadie está excluido, porque Cristo vino a ofrendar su vida por todos. Sólo el individuo puede determinar su propia suerte, aceptando o rechazando el ofrecimiento divino. Dice el Evangelio: “De tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él crea, no se pierda, mas tenga vida eterna” (S. Juan 3: 16). Y en el último libro, el Apocalipsis, se hace esta invitación universal: “El que tenga sed, venga; y el que quiere, tome del agua de la vida de balde” (Apocalipsis 22: 17).

Pero para alcanzar la vida eterna es necesario saber cómo obtenerla. Ese conocimiento sólo es posible conseguirlo mediante el estudio de las Sagradas Escrituras, porque ellas son la auténtica revelación de Dios. Ignorarlas voluntariamente, o no obedecer sus consejos significa cerrar el camino a la salvación.

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