Fascinante exploración profética

SUMERGIÉNDONOS EN EL CONOCIMIENTO

La búsqueda de las verdades reveladas constituye un desafío más promisorio que la exploración de un continente o más fascinante que los viajes a la Luna.

Este BLOG ha sido inspirado por el deseo de ayudar a la gente a descubrir los tesoros de las Sagradas Escrituras mediante la lectura sistemática, el estudio concienzudo y el escudriñamiento perseverante que conduce a la correcta interpretación de las verdades reveladas. 

De este modo, se podrá decir de todo creyente genuino lo que dijo el apóstol San Pablo a su colaborador Timoteo: “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. . . ocúpate en la lectura, la exhortación, y la enseñanza” (1 Timoteo 4: 12, 13).

El creyente cristiano es consciente de que debe escudriñar la Biblia, no solamente para su propio provecho espiritual e intelectual, sino para beneficio de los demás. Por esta razón acepta un plan que constituye el gran ideal de preparación para el servicio en la causa del Maestro: “Procura con diligen cia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad” (2 Timoteo 2: 15).

Las entradas de este BLOG responden a la elevada finalidad de poner al lector en condiciones ventajosas para conocer el plan divino contenido en las Sagradas Escrituras (toda ella es profecía, en su más amplio sentido); para conocer los  diversos senderos que permiten explorar los libros bíblicos; para ayudar a detectar y descubrir los tesoros de sus grandes verdades, y para imitar al Guiador que nació en Belén, según lo recuerda el primer evangelio (S. Mateo 2:6), el mismo que “los guiará a fuentes de aguas de vida” de la nueva Jerusalén (Apocalipsis 7: 17).

En medio de las tempestades de este mundo desorientado y golpeado por las olas del error, el pueblo genuinamente cristiano ha construido el faro de su fe sobre la sólida Roca (Jesucristo mismo), desde donde emite rayos de luz orientadores para aquellos que se debaten en el mar de las pasiones humanas.

¿Qué satisfacción mayor podría aspirar el autor de estas entradas que la de contribuir a guiar a la gente para escudriñar la Biblia, disfrutar de sus tesoros, y capacitarse para orientar a esta generación excepcional que se jacta de la ciencia mientras cauteriza la conciencia?

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