Nueva Tierra y Profecía

¿PARA QUÉ UNA TIERRA RENOVADA...? Profecías lo dicen...

por el Prof. Juan Carlos Priora

La respuesta está en las Sagradas Escrituras: "Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán" (Apocalipsis 22:3).

El nuevo orden descripto precedentemente, coenzará cuando la Divinidad ponga fin a las miserias terrenales con el glorioso regreso de nuestro Señor Jesucristo. Esta es la "esperanza bienaventurada" —como la llamó San Pablo (Tito 2: 13)—, que animó a los cristianos a preservar su fe en las catacumbas durante el siglo primero de nuestra era, y nos alienta hoy a perseverar en la misma.

¿PARA QUÉ VENDRA?

1.  Para cumplir la promesa que le hizo a sus atribulados seguidores cuando presenciaron su ascensión. "No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. . . voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis" (S. Juan 14: 1-3).

2.  Para recompensar a cada uno. "Porque el Hijo del Hombre vendrá. . . y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras" (S. Mateo 16: 27).

3.  Para resucitar a los obedientes. "Porque el Señor mismo con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero" (1 Tesalonicenses 4: 16).

4.  Para transformar a los piadosos cristianos vivos. "He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados" (1 Corintios 15: 51).

5.  Para eliminar la impiedad y a los que la practican a sabiendas. "Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama" (Malaquías 4: 1).

¿CUÁNDO VENDRA?

Es inútil especular sobre esto. Dios no reveló la fecha exacta. Sólo él la conoce. "Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre" (S. Mateo 24:36).

¿POR QUÉ NO REGRESO TODAVIA?

Por amor a usted y a mí. "El Señor no retarda su promesa. . . sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento" (2 Pedro 3: 9).

La demora en el regreso de nuestro Señor Jesucristo constituye una oportunidad para arreglar nuestras vidas de tal manera que podamos contamos entre los salvados. Pronto, el mismo amor por la humanidad que llevó a Dios a permitir la muerte de su Hi¡o, lo impulsará a terminar con la maldad reinante. 

Cuando esto suceda, ¿qué ocurrirá con usted? ¿En qué grupo se encontrará? ¿Entre los sabios que optaron por obedecer la voluntad del Altísimo e hicieron suya la "esperanza bienaventurada" o entre los que la rechazaron?

Estimado lector, que su resolución sea tan acertada como la del conductor Josué cuando exhortó al pueblo a apartarse de la idolatría y de las vanidades de la vida. Dijo entonces: "Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová" (Josué 24: 15. La negrita es nuestra).

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