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 Profecías bíblicas: sus cumplimientos y algo más...

La indiferencia a los mensajes divinos por escuchar a los maestros del materialismo, de las injusticias sociales, de la violencia, de la corrupción y del error prepara el clima de hostilidad estéril que terminará en el cumplimiento de la profecía bíblica que hace el siguiente anuncio: 

“He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová. E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando la palabra de Jehová, y no la hallarán. En aquel tiempo las doncellas hermosas y los jóvenes desmayarán de sed” (Amos 8: 11-13). 

¡La belleza y la fortaleza de la juventud se marchitarán por la sed que sólo podría ser aplacada por la palabra de Dios! 

Si llegara el día cuando desaparecieran todos los ejemplares de la Biblia, sus palabras atesoradas en la memoria de los que la leyeron y aceptaron sus verdades, escritas en las vidas de los que la escudriñaron, sería el elocuente testimonio que el mundo necesita. “El que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo” (1S. Juan 2:5, 6). 

El mundo actual, a pesar de su ciencia y del cúmulo de comodidades que ofrece, perece por falta de conciencia y, especialmente, por falta de fe, de esperanza y de amor. Por esta razón, en la Biblia se destacan esas tres virtudes. 

Las Sagradas Escrituras (que son profecías, por excelencia) participan de la naturaleza de su autor y transforman la vida del lector según el modelo de su figura central: Cristo, quien vuelca en la vida la verdadera fe, la esperanza orientadora y el amor genuino que halló su máxima expresión en la persona del Redentor.

El escudriñamiento de la Biblia da resultados positivos de valor temporal y de significación trascendente. Por eso el Maestro de los maestros dio un consejo orientador a sus seguidores para que alcancen niveles más elevados en la marcha del perfeccionamiento: 

“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí” (S. Juan 5: 39).

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SI Ud. desea saber la relación de las profecías bíblicas con las doctrinas cristianas fundamentales, diríjase a las páginas adjuntas: "ESTUDIOS BÍBLICOS: Preguntas y respuestas de la Biblia"; "La Biblia: Método de escudriñamiento" ; y "Sagradas Escrituras y profecías: privilegio y responsabilidad" . Sólo haga clic en su computadora, o toque la pantalla de su celular, en esos títulos.

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