Señales proféticas en lo espiritual

 SEÑALES EN EL MUNDO ESPIRITUAL

Actualmente asistimos a un extraño fenómeno en el mundo cristiano, anticipado por Jesús en la enumeración de señales de los postreros días. Se trata del reblandecimiento de la espiritualidad. “Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará” (S. Mateo 24: 12).

El abandono progresivo de la fe en la Biblia como la Palabra de Dios está produciendo un descreimiento arrogante, cuando no un cristiano nominal y hueco. Los sermones fríos e incoloros que se predican alejan a los feligreses de los lugares de culto. Los momentos hogareños de devoción espiritual, que constituían un nexo potente para mantener el núcleo familiar, son cada vez menos practicados. La vida moderna absorbe al creyente si éste no está en condiciones de soportar el embate. Esto en lo que se refiere a quienes dicen profesar algún credo. 

¿Y qué diremos de los que se jactan de no creer? Las costumbres sociales pueden otorgar modales refinados, una buena presencia y un vocabulario selecto. Hasta se hacen obras buenas. Pero el corazón está lleno de pecado, de incredulidad, de impiedad, aunque se remeden actos piadosos. Ya lo advirtió San Pablo, agregando un consejo: “Tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita” (2 Timoteo 3: 5. ). 

Por supuesto, también están los burladores, que tratan de ingenuos a quienes creen en Dios y confían en sus promesas. Pero la segunda venida de Jesucristo a este mundo se aproxima inexorablemente, y “el que perseverare hasta el fin, éste será salvo”

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